Los mártires de Chicago
Tras muchos años de lucha por hacer realidad las 8 horas, a mediados de la década del 80, con el crecimiento de las in

El 1° de Mayo en la Argentina
“Al calor de importantes movimientos huelguísticos de ferroviarios, albañiles, carpinteros, panaderos, modistas, domésticas, etc., el 1º de mayo de 1890 se conmemoró en la Argentina, junto a los trabajadores de todo el mundo, con actos en Buenos Aires, Rosario, Chivilcoy y Bahía Blanca en los que

Los movimientos huelguísticos se multiplicaban en esos años en nuestro país, debido a la creciente carestía: “La miseria, la menesterosidad y aún el hambre se van extendiendo, se van generalizando de modo espantoso”, decía la naciente Federación Obrera Argentina a comienzos de 1891. A esto se sumaban las jornadas laborales de más de 10 horas (sólo el 4% trabajaba 8 horas), los abusos patronales de todo tipo, y las terribles condiciones de las viviendas obreras. Es importante subrayar la importancia de este temprano acto de la clase obrera en nuestro país, su aparición en la escena política con un pliego de reivindicaciones propio, “por encima de las discrepancias políticas e ideológicas de los diferentes grupos”, como afirma Otto Vargas. (El marxismo y la revolución argentina. Otto Vargas, Tomo 1, pág. 77).En 1890 se abatía una crisis económica profunda, mientras se iba enseñoreando la estructura de clases dominantes vigente hasta hoy, con grandes latifundios, el genocidio de pueblos originarios, etc., que terminaron imponiendo un Estado oligárquico imperialista, con sus consecuencias de atraso para el propio desarrollo capitalista en el país. En este marco, el núcleo que conformó la corriente denominada “los marxistas del ‘90” que provenía del Club Vorwarts (asociación de emigrados alemanes) impulsó la realización de un acto el 1° de mayo en Buenos Aires. A tal fin se conformó unos meses antes un Comité Internacional Obrero integrado por delegados de las sociedades obreras existentes, que acordaron la realización del acto, crear una federación obrera, editar un periódico “para la defensa de la clase obrera”, y elevar un petitorio al Congreso.El Comité... llevó adelante una vasta labor de propaganda, repartiendo 40.000 ejemplares del llamamiento al acto, y reuniendo 7.432 firmas en el petitorio que sería entregado al Congreso. Tengamos en cuenta que en aquellos años, si bien crecían algunos establecimientos industriales, y se desarrollaba el tendido de ferrocarriles, lugares de grandes concentraciones obreras, predominaban en Buenos Aires los pequeños talleres. Así se llegó al acto realizado en el Prado Español ubicado en la plaza de la Recoleta, uniendo, lo que no es menor, a corrientes socialistas, anarquistas, y republicanos mazzinistas italianos. La prensa de las clases dominantes de la época, cuando no, trató despectivamente al acto o directamente lo ignoró.
De ayer a hoy
Esta unidad no perduró. La “Revolución del Parque”, el movimiento que diera origen a la UCR de Alem menos de dos meses después del acto obrero, dividiría profundamente al mismo, en cuanto a cuál debía ser la actitud del movimiento obrero ante el surgimiento de este sector, también opositor al gobierno oligárquico. Nacía el debate sobre el tipo de revolución necesaria para la Argentina, y qué sectores de clase deberían tomar parte en ella. El creciente reformismo parlamentarista que se adueñó de los socialistas a los pocos años, junto con las insuficiencias de los núcleos iniciales del marxismo en nuestro país, frustró la primer experiencia de creación de un partido del proletariado como dirección del proceso revolucionario, y favoreció el crecimiento del anarquismo y de corrientes sindicalistas. Pero la clase obrera no se detuvo, y hubo muchos Primero de Mayo que jalonaron nuestra historia. Algunos teñidos de sangre obrera, otros en la más cruda clandestinidad.También, desde sus inicios, estuvo en debate si el 1° de Mayo debía ser “día de fiesta” o “un día de rebelión”, como sostenemos los que mantenemos en alto las banderas históricas del proletariado –y reflejaremos este viernes 1º de mayo de 2009 lo que significa en las condiciones concretas de nuestro país hoy, que la clase obrera sea la clase que dirija ese movimiento revolucionario que, por el camino del Argentinazo y la rebelión agraria, imponga un gobierno popular, patriótico y democrático, abriendo el curso de la revolución de liberación nacional y social.
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